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9.6.10

El nerviosismo israelí y el fin del silencio judío

Cuando Israel atacó brutalmente el Mavi Marmara y asesinó a 9 activistas turcos que iban a bordo no estaba haciendo nada que no haya hecho antes sino todo lo contrario, en su "currículo del terror" hay decenas de acciones terroríficas, muchas de ellas han causado gran conmoción y rechazo en la opinión pública mundial, pero nunca antes se ha visto a Israel y a sus colaboradores políticos y mediáticos tan nerviosos, y desde luego que tienen razones para estarlo.

No es posible para los defensores de Israel justificar el crimen contra la flotilla de la libertad, no son capaces de elaborar una tesis verosímil para la opinión pública ni siquiera retorciendo el lenguaje y distorsionando la realidad. Parecen elefantes en una cacharrería. Primero salieron con la excusa de que el barco iba cargado de terroristas vinculados con Hamás y Al- Quaeda, excusa que la propia Israel desactivó apresurándose en repatriarlos. Si tuvieran algo que se pareciera lo más mínimo a una pista que pueda servir como fundamento que parezca lógico lo habrían utilizado para encarcelar a los activistas y así dar cobertura a sus actos, por supuesto no fue así, simplemente fue lo primero (y lo más fácil y habitual) que se le ocurrió decir.

Otro síntoma del nerviosismo israelí es su manera de tratar públicamente a los diputados árabes del Kniset. Han sido agredidos en el mismo parlamento, han sido amenazados de muerte públicamente desde círculos muy cercanos a varios partidos miembros de la coalición de gobierno de ultraderecha, ya se le han retirado varios derechos parlamentarios a la parlamentaria árabe Hanin Zoabi, que participó en la flotilla, y el mismo ministro del interior ha reclamado que se le retire la ciudadanía israelí. No es la primera vez que se "deshacen" de parlamentarios árabes, ya lo hicieron en 2006 con Azmi Bshara lejos de los focos, lo que ha sucedido esta vez es que su histerismo les ha llevado a no disimular estas acciones antidemocráticas y le han hecho mucho daño a la imagen de su supuesta democracia, la única en Oriente Próximo, dicen sus defensores.

Israel se ve ahora obligada a recurrir a "ofertas" que en realidad son chantajes, ofrece "suavizar" el bloqueo a Gaza a cambio de que el mundo se conforme con la investigación interna, o lo que es lo mismo: Olvidarse del asunto. Necesitan que el crimen no sea investigado de verdad, y no intentan evitar una investigación seria porque teman sus consecuencias o posibles represalias legales o sanciones internacionales que para eso está EEUU para vetar cualquier decisión contraria a los intereses de su aliado existencial. Necesitan que no haya investigación porque no pueden soportar que su crimen siga estando en el punto de mira de la opinión pública mientras dure la investigación, su imagen ya no aguanta meses de noticias relacionadas con las pesquisas.

No es Israel la que no puede convivir con una imagen tan nefasta, están acostumbrados, y hasta cierto punto incluso les gusta. El problema lo tienen sus aliados. Hasta hace poco  se podía recurrir con suma facilidad al chantaje emocional de que Israel es la heredera moral de las victimas del holocausto nazi o que está sufriendo ese terrorismo islámico que tanto conmocionó a occidente para justificar un rescate político de Israel tras alguna fechoría, estos argumentos han caducado, ya no sirven para que la opinión pública de los países occidentales (incluso EEUU) acepte tan fácilmente ese apoyo político y legal a Israel. La atrocidad cometida contra la franja de Gaza el año pasado ha sido un punto de inflexión en ese aspecto, el mundo no puede entender cómo habiendo matado 110 veces más palestinos que Israelíes muertos se pueda hablar todavía de legítima defensa, aun así Israel se "salvó" de las consecuencias del informe Goldstone gracias a EEUU que chantajeó a Mahmoud Abbas para que pidiera un aplazamiento.

Ahora Israel ya no puede seguir echándole la culpa de todo a Hamás, tampoco pueden sus aliados seguir avalando esta coyuntura. Obama ha declarado hoy que la situación de Gaza es "insostenible", no ha sido sincero: La situación de Gaza de DRAMATICA desde hace al menos 3 años, lo "insostenible" políticamente es seguir apoyando a Israel.

Otra gran fuente de preocupación para Israel y su circulo se encuentra en la visible pérdida de miedo a criticarla y a posicionarse en contra de sus crímenes, no era posible imaginarse hace unos pocos años que algún artista internacional pueda jugarse su carrera arriesgándose a ser vetados por los lobbies sionistas (que controlan el negocio de los medios) por criticar a Israel, estas últimas semanas ya lo han hecho varios artistas, y su acción ha tenido una gran aceptación entre el público.

Hay noticias de que asociaciones de judíos europeos están preparando un barco de ayudas para Gaza, esta es una noticia nefasta para Israel (y para Bernard-Henry Levy), es catastrófico para Israel que los judíos que se oponen a sus acciones se expresen rompiendo un tabú casi sagrado que ya lleva tiempo sufriendo un desgaste continuo. Estos actos de expresión animarán a más judíos (incluso dentro de Israel) a romper el silencio ante los crímenes que se cometen en su nombre. Ese grito "No en mi nombre" es motivo de celebración sin duda.

La participación de judíos pacifistas en el esfuerzo cívico por una solución justa para el drama palestino es muy beneficiosa para todos. Ellos se desvinculan de la locura belicista del sionismo al tiempo que se demuestra que ya ni siquiera la opinión pública judía acepta el dogma impuesto por Israel y sus colaboradores de que el único rechazo que tiene Israel es el antisemitismo. Y lo que es más importante: Es una expresión de solidaridad humana con el débil, una colaboración pacífica sin distinciones entre religiones, etnias o nacionalidades.. precisamente lo que más necesita el mundo entero en este momento, no sólo la causa palestina

Todos los citados (y alguno más) son motivos fuertes para que Israel se sienta incómoda. Es un buen comienzo, pero sólo es un comienzo. La sociedad civil mundial ha de mantener su repulsa a la barbarie y su rechazo a todo tipo de excusas y escapes políticos. Es hora de terminar ya con un drama que ha durado demasiado y que nadie con el mínimo sentimiento humanista puede querer que se alargue más en el tiempo.