Al inicio de su tercera semana, continúa el genocidio en la franja de Gaza sin ninguna esperanza en que el horror termine pronto sino todo lo contrario a pesar del rechazo de la opinión pública mundial a los crímenes de la maquinaria bélica sionista y a pesar de la irrisoria resolución del consejo de seguridad de
A Israel no le importa nada de esto, es un ente cimentado sobre el belicismo y la épica con argumentos victimistas, y renunciar a estos principios es renunciar a su razón de ser, y no es casualidad que el 80% de la población israelí apoye el aplastamiento de Gaza ni que el actual partido en el gobierno haya avanzado mucho en las encuestas gracias al ataque sobre Gaza. Es su ideología.
No es muy difícil desmontar uno a uno todos los argumentos simplistas que utiliza Israel para justificar la masacre, pero poco importa el debate ya que George Bush, ese héroe tan admirado y venerado en Israel, demostró ya hace tiempo que no hacen falta los argumentos para tirar bombas y matar.
Sobre lo que sí que deberíamos reflexionar es sobre la insultante contradicción existente en gran parte del mundo, especialmente en occidente.
Es vergonzoso ver cómo el los gobiernos y las organizaciones supranacionales que les unen miran hacia otro lado o como mucho suelten alguna declaración descafeinada culpando a ambas partes por igual o esgrimiendo la historia de los misiles caseros de Hamás para justificar “El derecho de Israel a defenderse” sin tener en cuenta que los misiles esos no son una acción sino una reacción a la opresión y humillación que duran ya 60 años, y sin parar en el pequeño detalle de que en 15 días de “respuesta al lanzamiento de misiles” han muerto mas de 100 veces mas gente en Gaza que en 8 años de misiles.
Que rápidos y que efectivos y contundentes son al aplicar “la legalidad internacional” cuando les conviene, mientras Israel no ha cumplido ninguna de las resoluciones en su contra, las pocas que ha permitido EEUU. Ni esas pocas y míseras ha cumplido, y nadie se plantea de que quizás haya que obligarla, igual que se obligó a otros países.
Por otro lado, es emocionante ver como en todos los rincones del mundo hay gente que, pese a todos sus problemas, se paran un momento a pensar en el sufrimiento de alguien que no le es cercano.
Gente que dice “No” al terrorismo de estado.
Gente que no quiere ser cómplice con su silencio.
A todas y todos los que han desafiado el frío y han salido a la calle estos días para rechazar rotundamente el genocidio… ¡Gracias!
Seguramente no sirvan nuestras palabras para parar las bombas, pero que se oigan. Que sepan que nadie se cree sus mentiras, y que su victimismo ha caducado y que su chantaje ya no sirve.
Por eso, les animo a participar este miércoles en la manifestación bloguera publicando un post por Palestina.
Será nuestra forma particular de decir NO AL GENOCIDIO EN GAZA CONTRA EL PUEBLO PALESTINO.