Banner de la campaña por la liberación de
Mohammad
Nour Odeh, médico y voluntario, en la cárcel desde el 24 de marzo
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El drama
humanitario consecuente de la lucha política existente en Siria
desde mediados de marzo del 2011 es, realmente, la herida abierta en
el país, el dolor condenado a ser sufrido en silencio o, como mucho,
ser apéndice de los titulares políticos en las noticias.
En este
clima de violencia desatada jugarse le vida se ha convertido en algo
cotidiano en gran parte de la geografía siria. Hay quién se la
juega por luchar por sus ideales de libertad y democracia, o por
defender a un régimen con el que se identifica, o simplemente por
estar en el lugar equivocado en el momento erróneo. Entre todos los
tipos de gente que se juega la vida hay uno que está aun más en el
olvido que todos los anteriores. No abre telediarios ni se cita en
los reportajes más que de pasada y muy de vez en cuándo. Hablamos
de la gente que se enfrentan a peligros que podrían borrarlos de la
existencia, y que, de hecho, ya han acabado con la vida de bastantes,
para socorrer a la población civil; Hacer llegar alimentos y
medicinas, o curar a heridos y enfermos e intentar evacuarlos si la
situación lo hace posible.
La Media
Luna Roja, equivalente de la Cruz Roja en los países de mayoría
musulmana, lleva haciendo un gran esfuerzo desde el inicio de las
revueltas en Siria. No es suficiente ya que el número de civiles
afectados, sean fallecidos, herido, desplazados, o atrapados en zona
de combate es mucho mayor que las posibilidades de este ente
humanitario, pero la situación hubiera sido muchísimo peor de no
estar la Media Luna Roja, y eso le ha valido el respeto, la
admiración, y la autoridad de gran parte de la población siria,
independientemente del color político con el que se identifiquen.
Hasta
finales de mayo, los voluntarios de la organización (que suman más
de 10000 repartidos entre 14 segmentos provinciales) habían
certificado 11340 misiones, y calculan que más de 550000 personas
dependen de su ayuda para sobrevivir. Dicha ayuda proviene,
principalmente, del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), La
Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media
Luna Roja (FICR), la ONU, y otros organismos internacionales.
La labor
de los voluntarios de la Media Luna Roja en todo el país, pero
especialmente en Homs, Idleb, y la periferia de Damasco, ha sido dura
y arriesgada. Su actividad es entorpecida, dificultada y saboteada
en muchas ocasiones, ya sea paralizando sus movimientos en los
“checkpoints” e impidiendo el acceso a zonas donde se necesitaba
ayuda, o deteniendo a voluntarios, como los casos de Mohammad Nour
Odeh, un joven médico recién licenciado que está detenido desde el
24 de marzo, o Jihad Hakemi y Ahmed Atfe, detenidos en un checkpoint
de las fuerzas de seguridad en Homs a mediados de mayo, o el joven
odontólogo Sultan Jamal Sultan, que ya lleva detenido más de 9
meses. En algunas ocasiones los voluntarios son directamente
tiroteados con la consecuencia de multitud de heridas de bala y
metralla, y, desgraciadamente, fallecidos, como Hakam Sibai (video de su funeral abajo) y Morad
Khoury en Homs, Abdel- Razzaq Jbeero en Idleb, Mohammad Khadra y
Adnan Wahbe en Douma (cerca de Damasco) y Bashar Yousef en
Deir-Azzor. La organización ha sufrido también el “secuestro”
de sus ambulancias para ser utilizadas como Caballo de Troya y
adentrarse en “zonas enemigas” para realizar emboscadas o
practicar detenciones, o también se ha denunciado el uso de los
símbolos de la organización sobre vehículos no autorizados con el
fin de ganar facilidad de movimiento en algunas zonas.
Ante
esta situación de falta de respeto y facilidades a su labor, y ante
el gran riesgo que sufren sus voluntarios, la dirección de la Media
Luna Roja en Siria ha tenido que paralizar durante algunos días sus
operaciones en varios puntos calientes del país , y ha llamado a
todos los organismos interesados en el asunto humanitario a ejercer
toda presión posible para conseguir que se le facilite a los
voluntarios ejercer su labor, y pese a todas estas dificultades la
Media Luna sigue intentando llegar a todas las zonas del país sin
distinciones políticas entre ciudades y aldeas, y no para de
recordar en todos sus comunicados su negativa a politizar su
actividad a favor o en contra de nadie.
Los casi
16 meses que van desde que comenzaron las revueltas populares en el
país se traducen, cada día que pasa, en más sufrimiento de la
población civil, ya no solo en las zonas donde se viven combates
entre el ejército del régimen y los rebeldes del Ejército Libre,
sino también en zonas relativamente más tranquilas, donde la mala
situación económica y la escasez de muchos productos básicos hace
imprescindible la asistencia humanitaria por parte de organizaciones
locales y organismos internacionales. Se necesita mucha ayuda en
Siria, y la primera de ellas es trabajar y presionar para que los que
intentan ayudar no sean objetivo militar.
Enlaces de páginas para seguir las denuncias de acoso a los voluntarios de la Media Luna Roja en Siria: [Aquí] y [Aquí]
Enlaces de páginas para seguir las denuncias de acoso a los voluntarios de la Media Luna Roja en Siria: [Aquí] y [Aquí]