Cumpliéndose un año desde el inicio de las protestas populares que acabarían dando lugar al levantamiento sirio contra la dictadura de Bashar Al-Asad, se volvió a escenificar aquella explicación que dio un conocido activista político sirio acerca de lo que lleva un año ocurriendo en Siria. Se dijo:"El levantamiento sirio consiste en un mártir participando en el funeral de otro mártir, mientras un tercer mártir lo graba todo con el móvil". Esto fue lo que ocurrió en Raqqa, mi ciudad, los últimos dos días.
En el manual de “Dictadura para principiantes” bien podría explicarse lo que se hizo estos días en Raqqa bajo el título de “Qué no hacer para evitar crearte problemas”. Raqqa había estado relativamente tranquila durante todo el años, apenas hubo manifestaciones y los observadores la consideraban un provincia pro régimen. Esto era así hasta la noche del jueves, cuando un par de decenas de jóvenes se manifestaron en las calles de la ciudad. A ello, las fuerzas de seguridad respondieron con fuego, matando a Ali Babensi (Foto arriba). Habían provocado el primer mártir en una manifestación en la ciudad.
No llegándoles con disparar y matar a un joven en una manifestación de apenas 20 o 30 personas, las fuerzas de seguridad fueron a amenazar a su familia con “confiscarles” el cadáver si no controlaban las muestras de dolor que tenían lugar en la casa y sus inmediaciones. La noticia corrió como la pólvora y cientos de personas acudieron al vecindario del joven asesinado y montaron una especie de vigilia que duró hasta el mediodía del día siguiente, viernes, cuando miles de personas más acudieron a conducir el cadáver al cementerio. (vídeo abajo).
Tras el entierro, la gente regresó al centro de la ciudad en forma de varias manifestaciones que recorrieron las calles. Alguna de ellas intentó llegar a la plaza donde se encuentra una enorme estatua de Hafez Al-Asad (aquí se puede ver fuertemente vigilada). Volvió a haber fuego y murió Mohammad Saied Ahmad, un chico de 19 años hijo del dueño de una pequeña zapatería de la calle Mansour [video del padre recibiendo el cadáver del hijo. Gráfico], donde también viví yo, y donde el sábado se celebró un multitudinario funeral (vídeo abajo).
En otra manifestación, saliente del entierro de Ali Babensi, murió Mustafa Zanna, el chico que había grabado, la noche anterior, parte de la vigilia delante de la casa de Ali Babensi.
Las manifestaciones siguen con mucha intensidad en Raqqa, donde se vive también una huelga general, y el número de fallecidos, tras los primeros tres mencionados, ha superado la docena. El régimen ya ha metido al ejército en una ciudad que antes dominaba con efectivos de policía, cuerpos de seguridad, y “civiles” armados en base a sus méritos en apoyar al régimen.
Un mártir participando en el funeral de otro mártir, mientras un tercer mártir lo graba todo con el móvil. Así son los sirios, y así es el régimen al que se enfrentan.
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