15.7.10

Mosaico del Éufrates ( II ): Al-Rashid menguante

Foto

Al-Rashid fue mi colegio en primaria, entre estas paredes pasé los cursos entre 1990 y 1996 para luego pasar al instituto, que casualmente también se llama Al-Rashid (¿Falta de creatividad?). El nombre viene del Califa abasí Haroun Al-Rashid, figura importante para la ciudad de Raqqa ya que la eligió como residencia de verano y construyó su muralla y sus palacios y mezquitas abasíes a finales del siglo IIX.

Lo de menguante viene porque al volver a este colegio de visita hace un par de años he sentido lo mismo que sentí cuando entré en mi antigua guardería: Me pareció que habían encogido! recordaba los edificios y los patios muchísimo más grandes de lo que veo ahora. Creo que es una sensación bastante común en la gente que vuelve a los sitios tras haberlos abandonado de niños.

La foto de arriba no la hice yo, la copié de un periódico digital que publicó hace unos años un reportaje sobre el colegio en su 50 aniversario. Éste fue el primer colegio público de la ciudad (antes había un colegio privado del que hablaré más abajo), antes la gente aprendía a leer y escribir y a recitar el Corán en aulas contiguas a la gran mezquita de la ciudad,  luego los que querían seguir aprendiendo tenían que ingresar en los colegios de Alepo o Deir Ezzor. Casualmente la primera promoción que estudió en el colegio nuevo fue la de mi padre, que entró directamente en segundo curso en el año 1956. Aunque ya había colegio estatal la gente no perdió la costumbre de enviar a los hijos a las mezquitas un par de días por semana o durante las vacaciones hasta hace muy pocos años.. la verdad es que se notaba el aprendizaje en la mezquita en la  buena caligrafía y ortografía así como en la pronunciación correcta del árabe clásico, que es el idioma del Corán.

El colegio queda en la calle Al- Quatli, que es una calle comercial bastante larga y que une la plaza del reloj (a 50 metros al oeste del colegio) hasta la muralla y la puerta de Bagdad (más o menos a un kilómetro al este). La calle Al- Quatli es el mercado principal de la ciudad y se llama así en honor a Shukri Al-Quatli, el presidente que firmó la independencia de Siria de los franceses en 1946 y que gobernó en dos periodos (1943-1949, 1955-1958). Fue el único presidente sirio elegido democráticamente en su segundo periodo antes de renunciar a su cargo cuando se proclamó la unión sirio-egipcia, de la cual fue un entusiasta debido a su credo panarabista. Tras la ruptura de la unión en 1961 abandonó la política y murió días después de la guerra de los seis días en 1967 víctima de un ataque cardíaco que se dice que fue causado por la angustia que sintió ante la sonora derrota de Siria y Egipto. Otra de las particularidades de Shukri Al-Quatli es que nunca firmó una sentencia de muerte durante su época de presidente. Él había estado condenado a muerte por otomanos y franceses por su activismo político contra la ocupación y cuando llegó al poder su madre le hizo prometer que nunca haría pasar a una madre lo que ella pasó cuando él estaba en la clandestinidad y condenado a muerte, promesa que cumplió. Es uno de los personajes más respetados y queridos de la historia contemporánea de Siria, tanto que su figura todavía permanece en el ideario colectivo pese a la amnesia forzosa impuesta a toda la época anterior al gobierno del Baaz.

A la izquierda del colegio (visto desde donde se captó la imagen) está la antigua oficina de correos, un edificio algo más viejo que el colegio aunque tiene una arquitectura bastante parecida, y a la derecha está el colegio Al-Hurria, el primer colegio privado de la ciudad (data del año 1926 si mal no recuerdo) y pertenece a la comunidad armenia, bastante numerosa como en casi todas la ciudades sirias. Los armenios llegaron a Siria huyendo de las matanzas turcas a principios del siglo pasado y se asentaron rápido y formaron una comunidad de gran importancia económica, sobre todo en lo relacionado con la mecánica y las pequeñas industrias metalúrgicas (tuberías, accesorios agrícolas, etc..). El alumnado de Al-Hurria no es exclusivamente armenio sino que hay alumnos de todos los orígenes. Era el colegio "pijo" de la ciudad, con clases extra de inglés y francés con profesoras bilingües, fiestas vistosas (en navidades y semana santa) y ¡Autobús!.. también se diferenciaban en que su festivo era el domingo en lugar del viernes y que llevaban un mandilón de color azul marino con el cuello a cuadros azules y blancos. Nuestro mandilón era del color de las paredes del colegio más o menos (ahora se le ha cambiado el color y es azulón).

Ha habido cambios en el colegio respecto a como era cuando estudiaba en él. En aquel entonces no existían las verjas del bajo y las puertas de las aulas abrían directamente al patio, tampoco había aulas en el ala derecha del segundo piso, y el tablero de la canasta era de madera pintada de color blanco, por lo demás está igual.

En la portería que se ve en la foto marqué el que sigue siendo el gol de mi vida (tampoco es que marcara muchos más), fue minutos antes de acabar la clase de gimnasia (es decir, el partido) con un tiro desde donde se tomó la fotografía más o menos.. el balón dio en el larguero antes de entrar, empatamos a dos goles gracias a mi golazo.. sólo un par de semanas después Nayim me copió el gol para darle la victoria al Zaragoza ante el Arsenal en la final de la Recopa del 1995.

El mejor día de la semana para cada clase era cuando a su profesor o profesora le tocaba guardia durante el recreo, lo que conllevaba privilegios sujetos al comportamiento durante la clase o el humor del profesor como poder quedarse en clase si hace frío o sacar la bandera en el último recreo si era jueves o sábado. Lo que nos entusiasmaba de ese día es que se nos conceda el honor de tocar el timbre anunciando el recreo, para ser el "elegido" había que hacer méritos, claro.

La ventana derecha del segundo piso de la parte central del edificio era la megafonía, que corría a cargo de los alumnos "enchufados" de turno, sólo sonaban canciones de Marcel Khalife o de Feiruz en los recreos, y cuando era la hora de formar filas para entrar a clase el locutor o locutora de turno daba las instrucciones y decía las consignas que teníamos que contestar con palabras concretas cuadrándose o descansando, según la consigna, tras varias repeticiones de ¡Firmes!, ¡Descansen! llegaba el momento de la promesa pionera, cuando el alumno locutor pregonaba:" Camarada pionero, estate dispuesto siempre para participar en la construcción de la sociedad árabe socialista unida y para defenderla", llamamiento con el que las filas de alumnos contestaban levantando el brazo izquierdo y gritando "¡Siempre dispuesto!".. y luego para clase, o para casa si tocaba.

Creo que desde hace años se ha suprimido la "promesa pionera" y ahora sólo se canta el himno a primera hora los jueves y los sábados.. aunque lentamente, hay cosas que parece que van a mejor..

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Mosaico del Éufrates ( I ): Atardecer de viernes veraniego sobre el Éufrates