14.6.10

Siria.. Playmates Vs. velos negros

Echándole un vistazo a las noticias locales de las dos últimas semanas en Siria he encontrado dos titulares que creo que ayudan a resumir de una manera bastante útil la atmósfera social del país. El primero de los titulares informa sobre la inauguración del primer centro comercial sólo para mujeres en Alepo, la segunda ciudad más grande de Siria. El segundo anuncia la próxima llegada de un espectáculo de Playmates a Damasco tras su exitoso paso por la capital libanesa Beirut. Ambas noticias aparecieron en la mayoría de los periódicos online sirios y los comentarios de los lectores, a favor y en contra en ambos casos, permiten hacerse una idea del debate social existente en torno a los temas relacionados con las noticias.

Pese a que se puede considerar a Siria como un país islámico moderado y bastante abierto, no tan "chic" como el Líbano pero a años luz de otros países de la zona mucho más conservadores, es más que notoria la ola de "islamización" que cubre la zona, dicha ola comenzó desde finales de los noventa pero se ha recrudecido y radicalizado desde el 11-S y la guerra de Irak. La situación política y económica ha creado un clima de pesimismo y desconfianza que unidos a una cierta crisis de identidad han llevado a muchos sectores de las sociedades árabes a buscar refugio en la religión como una manera de reafirmación de la "identidad amenazada".

Esta islamización social se hace notar con fuerza en las calles de las ciudades sirias como en cualquier otra ciudad de Oriente Próximo: Es notorio el aumento de número de mujeres con Hiyab de todas la edades en comparación a los años 80 y 90, incluso ha aumentado el número de mujeres con Nikab o se empiezan a ver en zonas donde antes no existían prácticamente, también se nota el aumento de la afluencia a la mezquitas y centros de enseñanza religiosa así como las ventas de libros y Cd´s de contenido religioso. Ha surgido también la figura del "predicador estrella", profesionales del mensaje religioso de diferentes estilos y lenguajes e incluso de imagen dominan las emisiones de decenas de canales vía satélite predicando el estilo de vida islámico y llamando a la reafirmación de la identidad religiosa frente a la "invasión cultural occidental". Cabe destacar también que los gobiernos de la zona toleran, e incluso patrocinan este tipo de corrientes mientras no se metan en política, ambas partes se necesitan. Los gobiernos se sienten cómodos con la "paz social" existente y fomentan su conservación así como muchas figuras religiosas han ganado relevancia y poder cumpliendo su rol en connivencia con el poder político.

La inauguración del centro comercial exclusivo para mujeres en Alepo es una pieza más en el contexto de esta atmósfera social. La corriente de islamización es también una oportunidad de negocio para muchos sectores, desde la moda (Han inventado incluso "bañadores islámicos") hasta la tecnología (aparatos reproductores de versículos coránicos para hogares y coches, juegos interactivos para niños con temática religiosa, relojes programables para avisar en las horas de rezo, etc..). La segregación extrema entre hombres y mujeres es algo extraño en Siria y otros países árabes. Siempre ha habido espacios "de hombres" como muchos cafés populares o mezquitas, pero la mayoría de espacios públicos y celebraciones sociales son comunes a ambos sexos con total normalidad. El centro comercial en cuestión, que es el primero en Siria y probablemente no sea el último, es un búsqueda de negocio en este contexto importando el modelo social de algunos países del golfo como Arabia Saudí. La gran cantidad de emigrantes sirios en los países del golfo que retornan de vacaciones o de manera permanente tras adquirir las costumbres del país de destino así como la gran afluencia de turistas de estos países han contribuido a la importación de muchos rasgos del estilo socioeconómico de los países del golfo (en especial Arabia Saudí). Una suerte de "globalización islámica".

Para hacerse una idea del debate social que despiertan estas novedades basta con leer los comentarios de los lectores sobre la noticia en los periódicos online o en blogs y foros. Algunos aplauden la noticia y piden que se generalice a todas las ciudades sirias argumentando su postura con la defensa de una sociedad conservadora y protegida de la occidentalización (es muy frecuente en el lenguaje islamista hablar de "occidentalización" con acento de rechazo en alusión a lo que en occidente y en los círculos progresistas y liberales se refiere a liberar a la mujer del lastre de costumbres conservadoras), otros apoyan la existencia de este tipo de locales en nombre de la libertad ¿Si hay centros comerciales mixtos porqué no va a haber centros comerciales para mujeres? Cada cual que vaya a donde quiera. Otros se oponen enérgicamente y cargan contra la "corriente oscurantista" que trata de apoderarse de la sociedad y "talibanizarla". Hay opiniones para todos los gustos.

La segunda noticia, la del próximo espectáculo de playmates en Damasco, es quizás una muestra de un contraste muy frecuente en países como Siria o Líbano. Las estampas de chicas a la última moda europea al lado de otras con Nikab en las universidades, calles o restaurantes, o el anuncio de la próxima conferencia de algún predicador famoso junto al cartel de un concierto de la estrella Pop del momento, chicas en bikini en una playa de hotel o una piscina cerca de mujeres totalmente tapadas bebiendo un zumo en la cafetería, mezquitas a rebosar a la hora del rezo cerca de alguna macro discoteca que cuenta con Bob Sinclar o Tiesto como invitado para algún fin de semana de temporada alta y que el precio de la entrada a la "fiesta salvaje" puede equivaler la mitad de un salario medio. Todas estas estampas pueden parecer exóticas para el turista occidental, pueden ser vistas como muestras de un contraste exótico del que muchos locales se sienten orgullosos, puede ser que sea así hasta cierto punto pero también creo que el contrasta radical puede ser consecuencia de un especie de segmentación social donde los diferentes segmentos se dan la espalda por completo. Puede que muchos chicos liberales o progresistas sepan todo lo relacionado con Europa y América e música o moda o deporte pero no sepan nada de muchos aspectos sociales de su propia ciudad del mismo modo que hay jóvenes conservadores que hacen su vida muy lejos de los ambientes "liberales".

Estas diferencias no casan con diferentes estratos económicos ni tampoco tienen relación con las diferencias interconfesionales dentro del Islam o entre musulmanes y cristianos, cierto es que hay cierto grado de ultraconservadurismo que se encuentra con más facilidad en niveles económicos pero creo que no se puede sentar como norma.

Al igual que buena parte de la corriente conservadora es completamente simbólica y busca una reafirmación de identidad en aspectos visibles (es más un acto de expresión de fe y busca de "entorno seguro" que una postura ideológica) también se puede comprobar con facilidad que buena parte del lenguaje liberal o progresista (sobre todo en jóvenes) busca lo simbólico: Sentirse de una manera u otra "superior" o "rebelde" por ejercer un estilo de vida moderno (o sea, occidental o semioccidental) y renegar de todo lo que tenga que ver con lo árabe o islámico, incluso en el lenguaje, es muy frecuente encontrase a muchos jóvenes que se han acostumbrado a hablar en inglés o a usar términos ingleses en su vida cotidiana hasta el punto de perder el hábito de expresarse correctamente en árabe porque hablar en inglés o utilizar términos ingleses es "moderno".

Este tipo de contraste se ha asentado como una especie de "dualidad" o "eje de comparación" entre dos estilos de vida sin mucho sitio para un término medio. La recurrencia simbólica o superficial tanto a la islamización social como al estilo de vida occidental impide en gran medida abordar el debate sobre el avance social, sobre todo en lo relacionado con la mujer, desde un punto de vista de una identidad social propia y sin la necesidad de importar ejemplos o modelos. Hay una especie de lucha entre "caerle bien a occidente" adquiriendo su estilo de vida y renegar de "lo propio" radicalmente por antiguo y atrasado sin intentar progresar a partir de lo existente y la postura anti occidental y el empeño de borrar todo lo relacionado o parecido a occidente incluso siendo propio y parte de las costumbres ya existentes. Son posturas radicalmente opuestas e irreconciliables que se notan el la vida cotidiana así como en cualquier foro de debate. Muchos medios de comunicación han encontrado en este debate una mina de programas y tertulias que gozan de gran audiencia y que podrían se útiles para asentar un espacio común de no ser porque casi siempre se recurre a un enfoque sensacionalista y amarillo para tocar temas tabú.

Es curioso también ver como ambas corrientes están pendientes de la imagen que tiene occidente de ellos. Unos consideran motivo de celebración toda aparición en la prensa internacional de un reportaje o una crónica que hable de los detalles "modernos" que se encontró el periodista durante su viaje, hay algunos periodistas y escritores que, quizá influenciados por una visión orientalista, intentan "hablar bien" de las sociedades orientales relatando que hay "allí" cosas parecidas a las que hay en occidente: Hay bares, hoteles de lujo, piscinas, conciertos, etc.. Los otros todo lo contrario, buscan la diferenciación, a veces de manera radical.

Cualquier tema social o cultural puede suponer un punto de "debate" a veces amigable, otras veces hostil. Un libro, una serie de televisión, una declaración de alguna figura pública. Casi siempre acaba el debate igual que comienza. Siempre queda la esperanza de que estos debates acaben fructificando en un avance social sólido. Habría que destacar el papel de la web 2.0 y las redes sociales como punto de encuentro y debate entre personas que muy difícilmente se encontrarían físicamente en un mismo sitio. En algo hemos progresado…