Continúa el culebrón político a propósito del Nikab, primero empezaron algunos municipios pequeños y medianos de Cataluña, luego Tarragona y Barcelona, ahora parece que el gobierno central piensa sumarse a la corriente de prohibición total o parcial.
Es más que clara la relación de la fiebre del Nikab con la proximidad de la cita electoral catalana, pero este no es un análisis completo de la causa. Hay que llegar hasta los motivos por los cuales este asunto se ha convertido en un potencial argumento electoral para los diferentes partidos políticos. Está claro también que la escala ascendente de iniciativas políticas (primero municipios pequeños, luego medianos, ahora Barcelona, etc..) indica una especie de endoscopio práctico de los partidos y parece que ha salido bien con los cual podemos esperarnos un presencia marcada de este asunto durante los próximos meses.
Para intentar comprender porqué aparece este tema en Cataluña ahora y porqué se perfila como tema electoral hay que tener en cuenta el difícil contexto económico en el que se encuentra el país actualmente. En tiempos de crisis como este es muy frecuente que se intente buscar soluciones culpando al "ajeno", siempre aparecen argumentos del estilo "aquí no cabemos todos", "limitar la inmigración", etc.. dichos argumentos no son fáciles de defender abiertamente en el clima de corrección política que suele preferir un electorado europeo con lo cual hay que recurrir a mensajes que suenen mejor pero que en el fondo lleguen al mismo sitio, y con esto lograr un efecto doble: Llegar a la gente que quiere oír el mensaje de fondo así como tocar también a gente que simpatiza con la forma. Hay una gran población inmigrante originaria de países musulmanes en Cataluña y son una diana perfecta porque se les puede señalar fácilmente con argumentos "civilizados" y sin el peligro que conlleva poder parecer xenófobo (aunque se sea). Observar como el tema del Nikab iguala las opiniones de gente de diferentes (y a veces opuestas) tendencias ideológicas es una muestra de ello.
No sería justo ni veraz decir que todos los partidos políticos están tocando el tema por xenófobos. Hay una parte que sí lo hace por pura xenofobia, otros lo hacen movidos por un oportunismo político muy poco ético y una irresponsabilidad manifiesta. La clase política ha probado y está segura de que el tema del Nikab levanta pasiones entre la gente de manera transversal en el espectro político y temen que pueda usarse como Caballo de Troya por parte de alguna formación populista. Se apresuran en tocar el tema para impedir que nadie lo monopolice y lo convierta en su bandera política. He usado la denominación de caballo de Troya para el tema del Nikab porque creo que es un símil bastante válido. El tema vale para movilizar a mucha gente de diferentes ideologías, gente a la cual se puede conservar y mantener movilizada con populismo y que posiblemente pueda ser arrastrada a más acciones políticas aprovechando el tirón, primero el Nikab luego el Hijab hasta acabar pidiendo no admitir más musulmanes o exigiendo la expulsión de parte de los ya existente. Así empezó la extrema derecha en Holanda y hoy es la tercera fuerza política del país. El problema que los partidos mayoritarios no ven, o ven e ignoran, es que no están cortando el camino a un eventual líder populista xenófobo (al que temen por rival peligroso y difícil de rebatir) sino que simplemente están sumando voces. Si existen las condiciones para su aparición aparecerá y le habrán hecho gran parte del trabajo, y les ganará porque se podrá permitir a sí mismo el uso de un lenguaje directo y visceralmente xenófobo, a los otros partidos les pasará lo que le pasa al que intenta llevar dos sandías en una mano, no podrán seguirle el ritmo.
Dejar el tema inservible para un eventual líder anti Burka es la solución rápida y chapucera a la que han recurrido los partidos políticos, es de una irresponsabilidad manifiesta recurrir a semejante acción populista y envenenada aunque sea por motivos de táctica electoral, no es normal ni ético que el PSC, por ejemplo, utilice argumentos parecidos al PxC de Anglada.
No estoy tratando de defender el Burka de ninguna manera, entiendo perfectamente que es un tema en el que ha de fijarse la administración. La nuestra es una sociedad que promueve una serie de valores y es normal que quiera hacerlas valer. Lo que creo es que no se puede tratar este tipo de temas a golpe de plenos municipales y amarillismo político de tintes electorales. El estado ha de utilizar elementos sociales de cooperación y mediación para llegar a un resultado acorde con los valores de igualdad de una manera más responsable, aunque en última instancia tenga que dictar alguna ley esta se debe hacer con las herramientas objetivas y honestas, lejos de este oportunismo político con un tufo xenófobo.
Todo este circo político que se ha montado no es creíble ni es lógico. El tono hostil y los argumentos agresivos que utilizan muchos políticos y medios delata su intención de remover el recelo hacia el "ajeno" pero con un grado de adulteración del lenguaje para que en algún momento puedan negar su xenofobia alegando la defensa de la dignidad de la mujer. Es cierto que el Burka es visto (y es perfectamente lógico y comprensible que así se vea) como un elemento denigrante para la mujer ya no sólo en Occidente sino también dentro de muchos sectores del mundo árabe e islámico, incluidas algunas esferas de la institución religiosa como Al- Azhar egipcio, pero es un tanto hipócrita señalar obsesamente a este tema como si fuese el único o el más importante problema que afecta a los derechos y libertades de las mujeres. Un concejal de uno de los municipios catalanes que han decretado la prohibición del Nikab ha declarado hace unos días que en su municipio, de 40 mil habitantes, viven "a lo sumo" tres mujeres que utilizan Burka, sin embargo hubo pleno con público aplaudiendo cuando se anunció la aprobación de la propuesta. Estoy seguro que hay miles de temas en todos los municipios españoles que afectan a un altísimo porcentaje de la población y en algunos casos con consecuencias graves que no se tratan, o se demora en tratarlos, o incluso se bloquean por motivos políticos ¿Tanta prisa y tanto entusiasmo por este tema, sabiendo sus dimensiones cuantitativas, es creíble?
No me olvido de los "abogados de la fe" de los movimientos islamistas como los imames de algunas mezquitas. Esta gente no representa a la mayoría de población musulmana en España y es un error tratarlos como tal. Algunos de ellos se benefician de estas polémicas igual que se benefician los xenófobos y la ultraderecha. Entre una población musulmana que se siente amenazada y que se "encapsula" para protegerse ellos podrían ganar el estatus de "defensores" con todo el prestigio y el ¿Poder? que esto conlleva.
Esta vía de actuación política, a parte de ser falsa, hipócrita, populista e inmoral, es sumamente peligrosa sobre todo en el contexto económico tan difícil que vivimos. Este debate es falso y envenenado. Todo un caballo de Troya para los argumentos xenófobos disfrazados de civilización y que, de no ser tratados con objetividad y sentido común, pueden convertirse en el caldo de cultivo de una xenofobia institucionalizada que supongo que nadie desea.