16.9.12

Houssam, historia de un "proceso" humano en Siria

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Hay mucho material gráfico que ayuda a ilustrar lo que lleva ocurriendo en Siria los últimos 18 meses, pero creo que pocas fotos son tan gráficas (valga la redundancia) como ésta, la de laevolución cronológica de la vida de Houssam Armanazi, el protagonista de este collage, que comienza con Houssam siendo un chico sirio estudiando medicina en una universidad alemana, y termina con él siendo un cuerpo sin vida de un combatiente del Ejército Libre en el rural de la provincia de Idleb.

Houssam volvió a Siria días antes de que estallara la revolución a mediados de marzo de 2011, y fue arrestado pocos días después para ser liberado un mes más tarde. En la cárcel fue torturado y vejado, y esto marcaría muy profundamente lo poco que vivió después. Tras ser liberado, su familia le presionó para que volviese a Alemania a retomar sus estudios, y así fue, pero esto no le supuso la desconexión de una revolución que se iba calentando en todos los sentidos. En Alemania participó muy activamente en todos los esfuerzos de los sirios en el exilio, tanto en Alemania como en el resto de Europa, y en la red fundó Halawa y Aceitunas*, una página donde se visibiliza elsufrimiento de los presos políticos sirios (sobre todo los jóvenes) durante y después de la experiencia de la cárcel. Poco después de esto dejó Alemania y se convirtió en voluntario en los campos de refugiados en Turquía. No se quedó ahí, y con el aumento de la brutal violencia ejercida contra la población civil, en especial en la zona rural de Aleppo e Idleb, decide dar el salto al interior del país y se alista en la resistencia armada. Falleció el pasado 31 de julio.

Este chico es un ejemplo entre miles, o incluso millones, de historias de cómo la violencia de un régimen asesino llega a golpear los diagramas de la vida de la gente, de cómo te obligan a ser lo que no eres, y lo que probablemente no estás preparado para ser. No estamos hablando de radicalización alguna (sobre todo de los sentidos más planos y superficiales del término) sino de que una vida, de entre millones, repito, gire tan bruscamente antes de que sea liquidada. Ambas tragedias, el giro y la liquidación, tienen un culpable: El que no se atrevió a defender su soberanía como Estado ante agresiones y ocupaciones extranjeras, pero le encanta de sobremanera ejercer la más toxica de las soberanías contra su propia población.

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*: La Halawa es una especie de turrón que forma parte, por barata, de la dieta de las clases más populares, y junto con las aceitunas es el menú cuasi diario en las cárceles sirias. De ahí que su acertada elección como nombre de una página que habla de la prisión como experiencia humana.