9.7.12

Media Luna Roja en Siria: El riesgo del voluntariado humanitario

Banner de la campaña por la liberación de
Mohammad Nour Odeh, médico y voluntario, en la cárcel desde el 24 de marzo 


El drama humanitario consecuente de la lucha política existente en Siria desde mediados de marzo del 2011 es, realmente, la herida abierta en el país, el dolor condenado a ser sufrido en silencio o, como mucho, ser apéndice de los titulares políticos en las noticias.

En este clima de violencia desatada jugarse le vida se ha convertido en algo cotidiano en gran parte de la geografía siria. Hay quién se la juega por luchar por sus ideales de libertad y democracia, o por defender a un régimen con el que se identifica, o simplemente por estar en el lugar equivocado en el momento erróneo. Entre todos los tipos de gente que se juega la vida hay uno que está aun más en el olvido que todos los anteriores. No abre telediarios ni se cita en los reportajes más que de pasada y muy de vez en cuándo. Hablamos de la gente que se enfrentan a peligros que podrían borrarlos de la existencia, y que, de hecho, ya han acabado con la vida de bastantes, para socorrer a la población civil; Hacer llegar alimentos y medicinas, o curar a heridos y enfermos e intentar evacuarlos si la situación lo hace posible.

La Media Luna Roja, equivalente de la Cruz Roja en los países de mayoría musulmana, lleva haciendo un gran esfuerzo desde el inicio de las revueltas en Siria. No es suficiente ya que el número de civiles afectados, sean fallecidos, herido, desplazados, o atrapados en zona de combate es mucho mayor que las posibilidades de este ente humanitario, pero la situación hubiera sido muchísimo peor de no estar la Media Luna Roja, y eso le ha valido el respeto, la admiración, y la autoridad de gran parte de la población siria, independientemente del color político con el que se identifiquen.

Hasta finales de mayo, los voluntarios de la organización (que suman más de 10000 repartidos entre 14 segmentos provinciales) habían certificado 11340 misiones, y calculan que más de 550000 personas dependen de su ayuda para sobrevivir. Dicha ayuda proviene, principalmente, del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), la ONU, y otros organismos internacionales.

La labor de los voluntarios de la Media Luna Roja en todo el país, pero especialmente en Homs, Idleb, y la periferia de Damasco, ha sido dura y arriesgada. Su actividad es entorpecida, dificultada y saboteada en muchas ocasiones, ya sea paralizando sus movimientos en los “checkpoints” e impidiendo el acceso a zonas donde se necesitaba ayuda, o deteniendo a voluntarios, como los casos de Mohammad Nour Odeh, un joven médico recién licenciado que está detenido desde el 24 de marzo, o Jihad Hakemi y Ahmed Atfe, detenidos en un checkpoint de las fuerzas de seguridad en Homs a mediados de mayo, o el joven odontólogo Sultan Jamal Sultan, que ya lleva detenido más de 9 meses. En algunas ocasiones los voluntarios son directamente tiroteados con la consecuencia de multitud de heridas de bala y metralla, y, desgraciadamente, fallecidos, como Hakam Sibai (video de su funeral abajo) y Morad Khoury en Homs, Abdel- Razzaq Jbeero en Idleb, Mohammad Khadra y Adnan Wahbe en Douma (cerca de Damasco) y Bashar Yousef en Deir-Azzor. La organización ha sufrido también el “secuestro” de sus ambulancias para ser utilizadas como Caballo de Troya y adentrarse en “zonas enemigas” para realizar emboscadas o practicar detenciones, o también se ha denunciado el uso de los símbolos de la organización sobre vehículos no autorizados con el fin de ganar facilidad de movimiento en algunas zonas. 

 

Ante esta situación de falta de respeto y facilidades a su labor, y ante el gran riesgo que sufren sus voluntarios, la dirección de la Media Luna Roja en Siria ha tenido que paralizar durante algunos días sus operaciones en varios puntos calientes del país , y ha llamado a todos los organismos interesados en el asunto humanitario a ejercer toda presión posible para conseguir que se le facilite a los voluntarios ejercer su labor, y pese a todas estas dificultades la Media Luna sigue intentando llegar a todas las zonas del país sin distinciones políticas entre ciudades y aldeas, y no para de recordar en todos sus comunicados su negativa a politizar su actividad a favor o en contra de nadie.

Los casi 16 meses que van desde que comenzaron las revueltas populares en el país se traducen, cada día que pasa, en más sufrimiento de la población civil, ya no solo en las zonas donde se viven combates entre el ejército del régimen y los rebeldes del Ejército Libre, sino también en zonas relativamente más tranquilas, donde la mala situación económica y la escasez de muchos productos básicos hace imprescindible la asistencia humanitaria por parte de organizaciones locales y organismos internacionales. Se necesita mucha ayuda en Siria, y la primera de ellas es trabajar y presionar para que los que intentan ayudar no sean objetivo militar.

Enlaces de páginas para seguir las denuncias de acoso a los voluntarios de la Media Luna Roja en Siria: [Aquí] y [Aquí]