22.4.12

Llegan los observadores

Tanques del Ejército en el patio de un colegio en Deir-Azzor

El plan Annan para la paz en Siria, aunque con respiración asistida y hasta nueva orden, sigue vivo. Al anuncio del régimen de que aceptaba el despliegue de una misión de observadores de la ONU siguió la llegada de una pequeña avanzadilla de esa misión (6 al principio, y que luego se ampliaron a 30), y que ya recorrió las zonas más calientes de la geografía siria. Este primer paso fue seguido por la aprobación por unanimidad de la resolución 2043 del Consejo de Seguridad que dicta el envío, durante 3 meses prorrogables, de 300 observadores dotados de los medios técnicos necesarios pero sin armas. La ONU dio por bueno el limitadísimo cumplimiento del alto el fuego del 12 de abril, y que realmente no fue más que la ralentización de los combates y los bombardeos, pese a que el cese total de las acciones militares por ambas partes iba a ser, en principio, requisito imprescindible para avanzar en el plan de paz.

En la misión de Annan parece creer muy poca gente. Incluso no está muy claro hasta qué punto el mismo Annan cree en sus posibilidades de conseguir un avance positivo que logre parar el río de sangre que corre desde marzo de 2011, y que ha causado ya más de 12000 fallecidos, decenas de miles de heridos y detenidos, y más de un millón de desplazados tanto dentro del país como en Líbano, Turquía y Jordania. La comunidad internacional apuesta por esta misión porque simplemente no tiene nada más que ofrecerle a los sirios. Rusia, por su lado, intenta hacer valer su relativo triunfo diplomático en el conflicto sirio, y occidente, por otro lado, no parece querer disputarle ese placer. Dentro del país ambas partes no parecen ver en el plan más que un compromiso de cortesía con el exterior; Tanto el régimen como las oposiciones armada y política han declarado aceptar el plan tácticamente. Para el régimen la batalla es de vida o muerte y no piensa ceder, y para la oposición el régimen no tiene ni credibilidad ni legitimidad para ser parte en un proceso político que culmine en una fase de transición política hacia una democracia real y completa, sin la tutela y las limitaciones del poderío político, militar y económico de los diferente pilares del poder de Al-Asad y cía.


observadores en Arbeen, cerca de Damasco (18 abril)

Por otra parte, es posible que los próximos días (o incluso horas) traigan la noticia de una amnistía general por parte del régimen. Esta amnistía aparece entre los 6 puntos del plan Annan exigidos al régimen. Falta por saber si realmente será amplia y verdadera o tendrá las excepciones que permitan retener a la mayoría de detenidos por motivos políticos como ya ocurrió en las anteriores amnistías. El procesamientos de muchos activistas por parte de la corte militar en lugar de la justicia ordinaria en las últimas semanas hace pensar en una artimaña marca de la casa.. Como tantas y tantas años y décadas anteriores.

Se espera del avance de este plan, sobre todo con el envío de los observadores y su propagación por todo el territorio, que, al menos, cesen los bombardeos sobre zonas urbanas y llegue la ayuda humanitaria a los más necesitados. Los médicos de Homs han tenido que operar con utensilios de cocina, y algunas zonas cercadas de la ciudad ya viven episodios de desnutrición en niños. Hay miles de casas destruidas y sus habitantes, ya estén todavía en Homs o no, necesitan ser atendidos urgentemente.

Toca esperar (y desear) lo inesperable..