Las autoridades egipcias han decidido ayer, tras años de polémica, protestas y sabotajes, poner fin al suministro de gas egipcio a Israel, que discurria a través de un gaseoducto por la peninsula de Sinaí.
Este suministro fue una de las consecuencias del tratado de paz de Camp David entre ambos países, y fue uno de los rásgos más protestados de unas relaciones que no entusiasman a los egipcios, ya que Egipto, un país que no goza precisamente de una situación económica buena ni de un balance energético favorable, estaba obligado a suministrar gas a Israel a un precio muy inferior al del mercado.
Las protestas populares contra las relaciones con Israel en general y contra el acuerdo del gas en particular vienen de lejos, pero se intensificaron desde la revolución del 25 de enero (2011). El gaseoducto fue saboteado desde entonces unas 14 veces.
Quedan por ver los pormenores de esta decisión, ya que es muy improbable que la Junta Militar egipcia, que depende en gran parte de ayudas militares y económicas de EEUU, haya tomado la decisión sin acordar y coordinar con EEUU e Israel.
Este suministro fue una de las consecuencias del tratado de paz de Camp David entre ambos países, y fue uno de los rásgos más protestados de unas relaciones que no entusiasman a los egipcios, ya que Egipto, un país que no goza precisamente de una situación económica buena ni de un balance energético favorable, estaba obligado a suministrar gas a Israel a un precio muy inferior al del mercado.
Las protestas populares contra las relaciones con Israel en general y contra el acuerdo del gas en particular vienen de lejos, pero se intensificaron desde la revolución del 25 de enero (2011). El gaseoducto fue saboteado desde entonces unas 14 veces.
Quedan por ver los pormenores de esta decisión, ya que es muy improbable que la Junta Militar egipcia, que depende en gran parte de ayudas militares y económicas de EEUU, haya tomado la decisión sin acordar y coordinar con EEUU e Israel.