19.11.11

Jornada de Reflexión

Ayer terminó la que, para mí, fue la campaña electoral más soporífera y aburrida de las que recuerdo (tampoco es que recuerde muchas). También ha sido la campaña electoral en la que menos interés he puesto, ya que, en lo referente a la política nacional, siento que casi nada puede evitar el apocalipsis anunciado mientras no se haga algo con los que mandan,desde la indiscreta sombra, sin ser votados ni elegidos. Tengo el voto decidido desde hace meses. También tengo decidido que lo ejerzo como acto cuasi espiritual, metafísico. Votaré a IU con el mismo ánimo con el que un viejo amigo mío se volvía, milagrosamente, religioso los días antes de un examen para el que no estudió.

Durante la jornada de hoy he combinado el seguimiento de las revueltas populares árabes (en Siria y Egipto, especialmente) con un ejercicio de insana nostalgia de la primera vez que voté en unas Generales. Soy de aquella generación que dejó en casa la pancarta de No a la Guerra para ir a dejar una papeleta, que creíamos roja, en la urna, como quién deja parte de sus vísceras. Aquella noche del 14 de marzo de 2004 daba saltos de alegría al ver que mi mitad materna iba a dejar de ser cómplice invasora de mi mitad paterna. Que los soldados espeñoles saldrían de Irak. Dejarían de estar a 300 Km de mi casa en Raqqa. Dejarían de ser una fuerza de ocupación.

Matrimonio homosexual, Estatut, Proceso de Paz en Euskadi, 11M, crisis, crisis, crisis, crisis. Han pasado muchas cosas desde aquella noche del 14 de marzo de 2004 en la que aplaudía cual tonto delante de la tele viendo como España, creía, se teñia de rojo, y la noche de mañana en la que, a lo sumo, pondré la radio de fondo mientras sigo las novedades de Siria.

Mañana iré a votar, luego intentaré mantener una vela de esperanza encendida mientra maldigo, con el peor de mis lenguajes, la oscuridad y sus especuladores. La vela que mantendré encendida era la misma que me comentaba hoy Nour, mi hermana: En los países árabes está muriendo gente por el sueño de poder ejercer lo que mañana haremos aquí. Quieren para ellos lo que aquí nos están robando unos desalmados trajeados. La democracia, la verdadera democracia, merece ser vivida, y, por muchas desilusiones que nos llevemos, merece luchar por ella. Aquí, allí, ahora, y siempre.

Por ahora votemos, luego habrá que ver lo que tenemos que hacer..

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