Tras pedirlo la semana pasada, el régimen sirio ha aceptado recibir a Nabil Al-Araby, secretario general de la Liga Árabe, mañana miércoles en Damasco. Ya hace días que se habla de que el Al-Araby pretende hacer llegar un plan elaborado por los países árabes “encaminado a encontrar soluciones a la crisis siria y alejar al país de los peligros que puedan surgir”. El periódico Saudí (que se edita en Lóndres) Al-Hayat ha publicado hoy los puntos que construyen la propuesta de la Liga Árabe. Son los siguientes (Entre paréntesis puntualizaciones hechas por mí):
1- Exigencia del cese inmediato de las acciones violentas y la retirada de las fuerzas militares de las ciudades.
2- Compensación a los “perjudicados” (el texto utiliza este término).
3- Liberación de todos los presos políticos y de todos los acusados de participar en las manifestaciones.
4- Declaración de principios clara y concisa por parte del presidente Al-Asad, que incluya la voluntad de utilizar sus amplios poderes para ir camino de un sistema político democrático, llegando a la convocatoria de elecciones presidenciales libres en 2014 (fecha en la que termina la actual “legislatura presidencial”).
5- Apartar al ejército de la vida política y civil.
6- Iniciar contactos abiertos, serios y “de igual a igual” con las fuerzas políticas opositoras, así como con los representantes del movimiento popular (los conocidos como “Comités de Coordinación Local”). Que sea el presidente Al-Asad mismo el que lleve a cabo estos contactos con la oposición en pro del interés nacional y sosteniéndose sobre tres pilares básicos: No a la violencia, no al sectarismo religioso, y no a la intervención extranjera.
7- Que el partido Baath convoque un congreso en el que reconozca su disposición a participar en un sistema político parlamentario y democrático. (El partido Baath es el “Líder y director del estado y de la sociedad” según el artículo 8 actual constitución siria).
8- Que la Liga Árabe tenga un papel mediador y positivo en el proceso mediante un mecanismo a convenir.
9- Formación de un gobierno de unidad nacional, cuya presidencia se confiará a una personalidad aceptada por la oposición. Este gobierno trabajará junto con el presidente para la preparación de elecciones legislativas libres y abiertas a ojos de observadores independientes.
10- Tras estas elecciones se le encarga al líder del grupo parlamentario con mayor representación la tarea de formar gobierno.
11- El parlamento electo se encargará de formar una “Asamblea Constituyente” que elaborará una nueva constitución para el país, la cual será sacada a referéndum popular.
12- Aclarar unos plazos concretos para esta hoja de ruta.
13- Formación de un mecanismo de observación del proceso, incluyendo la existencia de un “equipo” árabe encargado de seguir el proceso transitorio.
Sería muy sorprendente, incluso para la propia Liga Árabe, que esta iniciativa sea tomada en serio por el régimen. No parece ser más que un intento de los países árabes demostrar que ellos “intentaron ayudar”.