15.9.11

Congreso de la oposición siria en Damasco el sábado

El próximo sábado 17 será una fecha a señalar en el calendario de la esfera política opositora siria, ya que el Comité de Coordinación Nacional para el Cambio Democrático celebrará un amplio congreso en Damasco ese día. Esta coalición está formada por varios partidos político opositores, principalmente nacionalistas árabes y de izquierdas, así como varios partidos kurdos e intelectuales independientes.

Al contrario que “Consejos Nacionales” anunciados desde el exterior, principalmente desde Turquía, formados mayoritariamente por desconocidos y sin contenido político más allá de la atención mediática brindada a las ruedas de prensa anunciando su formación, el CCNCD cuenta con una línea política clara, y su mensaje a cerca del rechazo a la “militarización” de la revuelta popular y a la intervención extranjera es claro y rotundo y forma parte esencial de sus valores fundacionales. En sus filas cuenta con buena parte de los reconocidos opositores nacionalistas y de izquierdas, tanto del interior (por ejemplo su coordinador general Hasan Abduladim, secretario general de partido de la Unión Socialista Árabe y veterano político opositor, o los escritores Michel Kilo y Hussein Aoudat) o del exterior (el académico Burhan Ghalioun, o Samir Aita, director de la edición árabe del Le Monde Diplomatique).

La decisión de celebrar el congreso en Damasco supone un gran desafío para el régimen, que tendrá que decidir entre prohibirlo, quedando al descubierto la falsedad de sus promesas de apertura política, o tolerarlo y dar una muestra de “debilidad”. Sin duda no faltarán las “manifestaciones espontáneas” de partidarios del régimen ante la sede, y por supuesto no serán disueltas ni contenidas aunque traten de atacar la convocatoria. Tampoco faltarán las acusaciones al CCNCD de gozar de la tolerancia del régimen para reunirse en el interior. Hay un sector de la oposición siria que no tiene más mensaje político que escalar en la vociferación en contra los otros opositores “menos duros” (según ellos) para aparentar representar el sentir de la calle. La ausencia de un núcleo político opositor que sea el eje de la actividad política hace que los personajes del sector citado anteriormente -algunos son auténticos “frikis”- tenga mucha más presencia y notoriedad mediática de la que merecen, y esto hace mucho daño a nivel político y de imagen para el lado opositor, y supone también una fuente de “regalos” bastante apetecida por parte del régimen.

El congreso del sábado parece ser la oportunidad más seria hasta el momento para crear un amplio frente político opositor y articular una hoja de ruta y unos principios políticos capaces de canalizar las demandas populares y convertirlas en iniciativas políticas. Algo que falta (y hace mucha falta) en el panorama sirio, seis meses después del inicio de las revueltas.

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