22.6.10

Una mirada al expolio israelí de Jerusalén Este

En consonancia con su habitual política de descarado desafío a la legalidad internacional y con el propósito de dejar claro, una vez más, que Jerusalén está fuera de cualquier trato o negociación, las autoridades israelíes han aprobado el proyecto de construcción de cafeterías, restaurantes, y un centro comunitario, todos de uso exclusivo para los colonos judíos en el barrio El- Bustan de Jerusalén Este, lo que supone el derribo de 22 casas palestinas.

Israel se ha apropiado de todo Jerusalén y lo quiere dejar muy claro tanto a sus enemigos como a sus más allegados aliados.. hace unos pocos meses metieron en un compromiso más que embarazoso al vicepresidente americano Joe Biden al anunciar la construcción de 1600 viviendas para judíos en la zona árabe de Jerusalén justo el mismo día en el que éste llegaba al país.

El proyecto israelí de judaización de Jerusalén viene de lejos, pero cierto es que ha ganado en descaro y claridad en las últimas dos décadas al igual que el movimiento de colonización. Dice muy poco a favor del compromiso de Israel con la paz que el expolio de tierras palestinas para la construcción de colonias judías se haya multiplicado desde la firma de los acuerdos de Oslo en 1993 en lugar de desmantelar los asentamientos ya existentes en aquella época. Israel se ha apoderado de casi la mitad del territorio palestino en Cisjordania para la construcción de colonias que las interconecta y une al territorio de 1984 mediante autopistas y carreteras de uso exclusivo para judíos, lo que ha desmembrado el territorio y condenado a los palestinos a ser prisioneros dentro de la maraña de colonias y carreteras, por no hablar de muchos otros tipos de atropellos a los derechos del pueblo palestino como es el robo de agua (a un colono judío en Cisjordania se le asigna 8 veces más cantidad de agua que a un palestino, de mejor calidad y a menor precio) o la humillación sistemática que sufren en los controles y barreras militares así como las agresiones de los colonos armados, o el levantamiento del muro de la vergüenza con el propósito de apoderarse a la fuerza de las tierras que ha dejado en el lado israelí siendo palestinas según al menos 4 resoluciones de consejo de seguridad de la ONU.

El caso de Jerusalén Este cobra relevancia dentro del contexto del conflicto palestino- israelí por las particularidades de la ciudad santa para las tres religiones monoteístas, lo que le confiere una gran carga emocional y simbólica, así como por ser uno de los casos más escandalosos de limpieza étnica de "guante blanco", la adopción de medidas legales, políticas y militares por parte de Israel para acabar con la población árabe de Jerusalén (o reducir su número al más mínimo posible) es uno de los mayores obstáculos para cualquier intento de alcanzar la paz en la región.

Recordemos que cualquier acción israelí dentro de Jerusalén Este constituye una violación de la convención de Ginebra que prohíbe a la fuerza ocupante el expolio de terreno o la expulsión de población así como forzar cambios demográficos. Israel es considerada fuerza ocupante y su anexión unilateral de Jerusalén Este está invalidada por la legalidad internacional y enfatizada en al menos tres resoluciones de la ONU de manera explícita (242, 252, 476).

Jerusalén: Cronología del expolio

- Tras el fracaso del intento internacional de partición de Palestina y la guerra de 1948 la línea del alto el fuego divide a Jerusalén en dos sectores: Jerusalén Oeste (Israel) y Este (Jordania), esta última incluye el casco antiguo.

- Israel se apodera de la parte árabe de la ciudad durante la guerra de los seis días en junio de 1967 (junto con el resto de Cisjordania, franja de Gaza, los altos del Golán y la península de Sinaí).

- Nada más apoderarse militarmente de Jerusalén Este Israel anuncia su anexión y proclama la ciudad de Jerusalén como "capital eterna e indivisible" del estado sionista. Dicha anexión carece de amparo legal y sólo se sostiene, para ellos y sus aliados, con las habituales proclamas de derechos bíblicos y sagrados.

- Tras el anuncio de anexión de la parte árabe de Jerusalén Israel decide ampliar el territorio municipal de Jerusalén Este anexionando el territorio cisjordano limítrofe, el cual pasa a ser, según la "lógica" israelí, territorio nacional. El municipio de Jerusalén Este pasa de comprender un área de 6 Km cuadrados (que incluía la ciudad vieja y los barrios árabes cercanos) a tener 72 Km cuadrados de superficie. En estos territorios anexionados se construirán más tarde más de 25 colonias exclusivas para judíos que forman un anillo que aísla a la población palestina de Jerusalén, que queda rodeada en la ciudad vieja y algunos barrios colindantes y separados del resto de Cisjordania.

- A parte de la construcción de estas colonias judías (que luego serán ampliadas y se construirán también otras colonias) las autoridades sionistas destruyen un gran número de casa palestinas, incluso barrios enteros, para construir barrios judíos. Se calcula que entre 1967 y 2009 más de 3000 casas y edificios palestinos fueros requisados y destruidos para la construcción de barrios judíos en su lugar. Muchos de estos edificios y barriadas tenían un gran valor histórico, como el barrio magrebí, que desapareció casi por completo.

- En 1993 Israel anuncia la prohibición total de acceso a Jerusalén a los palestinos de Cisjordania (salvo con permiso especial que muy raras veces es concedido), esta acción supone un doble golpe a los Palestinos: Aumenta el aislamiento de la sufridora población árabe del Jerusalén histórico y perjudica gravemente la situación socioeconómica de Cisjordania, que tenía en Jerusalén su centro neurálgico para asuntos económicos y de servicios (hospitales, administración, etc..).

- A principios del actual siglo, y tras los primeros meses de la segunda intifada (iniciada a causa de una provocadora visita de Ariel Sharon a la explanada de las mezquitas en Jerusalén Este) el estado sionista inicia la construcción del muro de separación, también conocido por sus detractores como el muro de la vergüenza. Esta enorme construcción de hormigón, a parte de pretender forzar con el hecho consumado las fronteras de un hipotético estado palestino de una manera muy perjudicial para la población árabe, completa el aislamiento de Jerusalén Este de su entorno árabe.

- El actual alcalde de Jerusalén, el derechista Nir Barkat, gana las elecciones tas una campaña electoral centrada en promesas de "mano dura" contra la estancia "ilegal" de parte de la población árabe de Jerusalén. En un país donde se dictan leyes por mandato "sagrado" es muy fácil declarar ilegal lo que sea con tal de afianzar el judaísmo en su "tierra prometida".

- Ehud Olmert, ex primer ministro israelí y dirigente del sanguinario ataque contra la franja de Gaza conocido como operación Plomo Fundido, declara que los planes gubernamentales para la ciudad santa consisten en cambiar la situación demográfica hasta llegar al "equilibrio" de 88% de habitantes judíos y 12% de habitantes árabes en los próximos años. Actualmente la población árabe ronda el 30% de la población de Jerusalén. El mando israelí ni siquiera disimula su intención de echar a los palestinos de sus casas ante un silencio cómplice de la comunidad internacional.

- Actualmente viven en Jerusalén Este unos 300000 palestinos rodeados de 250000 colonos judíos. pese a los números favorables a los palestinos el gobierno Israelí ha repartido el territorio de Jerusalén Este de la siguiente manera:

47% territorio judío (incluye los asentamientos y barrios judíos así como infraestructura de uso exclusivo para los colonos).

13% territorio donde los árabes pueden vivir.

40% "zona verde"

Datos que desmotan el mito de la "democracia israelí".

- Los habitantes árabes de Jerusalén Este no poseen nacionalidad israelí sino que portan unas "cédula": unos permisos de residencia. Estos permisos sólo se conceden a la gente que ya vivía allí antes de 1967 y a sus descendientes que cumplan los requisitos. Los permisos de residencia pueden ser requisados por razones políticas o "de seguridad" con la consiguiente expulsión del afectado (o de la familia entera si el afectado es cabeza de familia), también hay otros casos en los que se puede cancelar el permiso de residencia:

1- Vivir más de 7 años fuera de Jerusalén Este.

2- Tener otra nacionalidad

3- Tener un permiso de residencia en otro país.

La organización pacifista israelí "B´Tsalem" calcula que desde 1967 hasta 2007 se han confiscado más de 8200 cédulas de identidad (que no corresponden a este número de personas sino a un número superior ya que en muchos caso una cédula confiscada supone la expulsión de una familia entera). Sólo en 2006 se confiscaron más de 1300.

- Es prácticamente imposible para un palestino conseguir un permiso de obra tanto para construir como para ampliar su vivienda. Sin embargo las autoridades israelíes se conceden el derecho de confiscar los solares palestinos sin construir con la excusa de que están vacíos (es decir, impiden construir y luego confiscan el terreno por estar vacío).

- En cambio los colonos judíos no tienen que demostrar ninguna condición para vivir en Jerusalén, ni siquiera han de ser israelíes: Cualquier judío de cualquier lugar del mundo tiene derecho a vivir en Jerusalén si así lo desea conforme a la llamada "ley del retorno". El estado le facilita un terreno a un módico precio y ayudas, subvenciones y créditos a interés cero para la construcción, y no tiene porqué ser la primera vivienda. Muchos colonos judíos de Jerusalén tienen otras viviendas en colonias de Cisjordania o dentro de la línea verde.

Conclusión

Todas las acciones de Israel en materia territorial en Cisjordania y Jerusalén van encaminadas a imposibilitar la vuelta a las fronteras de 1967. Tanto la construcción de colonias y la telaraña de carreteras y autopistas exclusivas para judíos como el muro de separación hacen inviable un estado palestino. Están forzando a golpe de hecho consumado el confinamiento de los palestinos en franjas de territorio cerradas y rodeadas de infraestructura colona al más puro estilo del apartheid. Todo esto ocurre con la connivencia de grandes sectores de poder político, económico y mediático tanto en Europa como en EEUU. Anualmente se donan ingentes cantidades de dinero desde Europa y EEUU para la construcción de colonias y asentamientos judíos tanto en Cisjordania como en Jerusalén. El centro Jerusalén para los derechos socioeconómicos palestinos denunció hace unos meses un flujo anual de casi 100 millones de dólares desde EEUU para financiar la actividad de colonización judía, este dinero fluye a través de fundaciones y asociaciones caritativas con lo cual a penas es fiscalizado en EEUU.

Esto es sólo una parte del atropello que sufre el pueblo palestino con la complicidad de la comunidad internacional.

Imagen de cabecera: Los asentamientos judíos rodeando Jerusalén Este [Fuente]